Diabetes

Centro Especializado en Diabetes y Endocrinología

Es una enfermedad crónica (que dura toda la vida) caracterizada por niveles altos de azúcar en la sangre. Causas La insulina es una hormona producida por el páncreas para controlar la glucemia. La diabetes puede ser causada por muy poca producción de insulina, resistencia a ésta o ambas.

Para comprender la diabetes, es importante entender primero el proceso normal por medio del cual los alimentos son descompuestos y empleados por el cuerpo como energía. Varias cosas suceden cuando se digiere el alimento: Un azúcar llamado glucosa, que es fuente de energía para el cuerpo, entra en el torrente sanguíneo. Un órgano llamado páncreas produce la insulina, cuyo papel es transportar la glucosa del torrente sanguíneo hasta los músculos, la grasa y las células hepáticas, donde puede utilizarse como energía. Las personas con diabetes presentan hiperglucemia, debido a que:

El páncreas no produce suficiente insulina Los músculos, la grasa y las células hepáticas no responden de manera normal a la insulina Todas las razones anteriores Hay tres grandes tipos de diabetes:

Diabetes tipo 1: Generalmente se diagnostica en la infancia, pero muchos pacientes reciben el diagnóstico cuando tienen más de 20 años. En esta enfermedad, el cuerpo no produce o produce poca insulina y se necesitan inyecciones diarias de esta hormona. La causa exacta se desconoce, pero la genética, los virus y los problemas autoinmunitarios pueden jugar un papel.

Diabetes tipo 2: Es de lejos más común que el tipo 1 y corresponde a la mayoría de todos los casos de diabetes.
Generalmente se presenta en la edad adulta, aunque se está diagnosticando cada vez más en personas jóvenes. El páncreas no produce suficiente insulina para mantener los niveles de glucemia normales, a menudo, debido a que el cuerpo no responde bien a la insulina. Muchas personas con este tipo de diabetes ni siquiera saben que la tienen a pesar de ser una enfermedad grave. Este tipo se está volviendo más común debido a la creciente obesidad y a la falta de ejercicio.

Diabetes gestacional: Consiste en la presencia de altos niveles de glucemia que se presentan en cualquier momento durante el embarazo en una mujer que no tiene diabetes. Las mujeres que padecen este tipo de diabetes están en alto riesgo de padecer diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular posteriormente en la vida.

Existen muchos factores de riesgo que predisponen a la diabetes tipo 2, como:
Edad mayor de 45 años Un progenitor o hermanos con diabetes
Diabetes gestacional o parto de un bebé con un peso mayor a 4 kg (9 libras)
Cardiopatía
Nivel alto de colesterol en la sangre
No hacer suficiente ejercicio
Obesidad
No hacer suficiente ejercicio
Poliquistosis ovárica (en mujeres)
Deterioro previo de la tolerancia a la glucosa

Síntomas
Los niveles altos de glucosa pueden causar diversos problemas, como:
Visión borrosa
Sed excesiva
Fatiga
Micción frecuente
Hambre
Pérdida de peso
Sin embargo, debido a que la diabetes tipo 2 se desarrolla lentamente, algunas personas con niveles altos de glucemia
son completamente asintomáticas.

Síntomas de la diabetes tipo 1:
Fatiga
Aumento de la sed
Aumento de la micción
Náuseas
Vómitos
Pérdida de peso a pesar del aumento del apetito
Los pacientes con diabetes tipo 1 generalmente desarrollan síntomas en un período de tiempo corto y la enfermedad
con frecuencia se diagnostica en una sala de urgencias.
Síntomas de la diabetes tipo 2:
Visión borrosa
Fatiga
Aumento del apetito
Aumento de la sed
Aumento de la micción
Pruebas y exámenes
Se puede utilizar un análisis de orina para buscar glucosa y cetonas producto de la descomposición de las grasas. Sin embargo, una prueba de orina sola no diagnostica diabetes.

Los siguientes exámenes de sangre se utilizan para diagnosticar la diabetes:
Glucemia en ayunas: se diagnostica diabetes si el resultado es mayor de 126 mg/dL en dos oportunidades. Los
niveles entre 100 y 126 mg/dL se denominan alteración de la glucosa en ayunas o prediabetes. Dichos niveles se
consideran factores de riesgo para la diabetes tipo 2 y sus complicaciones.
Examen de hemoglobina A1c: este examen se ha usado en el pasado para ayudarles a los pacientes a vigilar qué
tan bien están controlando su niveles de glucosa en la sangre. En el 2010, la American Diabetes Association
(Asociación Estadounidense para la Diabetes) recomendó que el examen se use como otra opción para
diagnosticar la diabetes e identificar la prediabetes. Los niveles indican:
Normal: Menos de 5.7%
Prediabetes: Entre 5.7% y 6.4%
Diabetes: 6.5% o superior
Prueba de tolerancia a la glucosa oral: se diagnostica diabetes si el nivel de glucosa es superior a 200 mg/dL luego
de 2 horas (esta prueba se usa más para la diabetes tipo 2).
Glucemia aleatoria (sin ayunar): se sospecha la existencia de diabetes si los niveles son superiores a 200 mg/dL y
están acompañados por los síntomas clásicos de aumento de sed, micción y fatiga. (Esta prueba se debe confirmar
con otra de glucemia en ayunas.)
Las personas con diabetes necesitan hacerse revisar el nivel de hemoglobina A1c (HbA1c) cada 3 a 6 meses. La HbA1c es una medida de la glucosa sanguínea promedio durante los 2 a 3 meses anteriores. Ésta es una forma muy
útil de determinar qué tan bien está funcionando el tratamiento.
Procure que le revisen sus niveles de colesterol y triglicéridos cada año (trate de alcanzar niveles de colesterol por
debajo de 100 mg/dL).

Tratamiento
Los objetivos inmediatos del tratamiento son tratar la cetoacidosis diabética y los altos niveles de glucemia. Debido a la
aparición súbita y gravedad de los síntomas en la diabetes tipo 1, es posible que las personas que acaban de recibir el
diagnóstico necesiten permanecer en el hospital.
Los objetivos a largo plazo del tratamiento son:
Prolongar la vida
Reducir los síntomas
Prevenir complicaciones relacionadas con la diabetes, tales como ceguera, insuficiencia renal, cardiopatía y
amputación de extremidades.
Estos objetivos se logran a través de:
Control de la presión arterial y del colesterol
Autocontrol cuidadoso de los niveles de glucemia
Educación
Ejercicio
Cuidado de los pies
Planeamiento de las comidas y control del peso
Uso de medicamentos e insulina
No existe cura para la diabetes. El tratamiento consiste en medicamentos, dieta y ejercicio para controlar el nivel de
azúcar en la sangre y prevenir los síntomas.

APRENDA ESTAS HABILIDADES
Las habilidades básicas para el manejo de la diabetes ayudarán a prevenir la necesidad de atención de emergencia y entre ellas se encuentran:
Cómo reconocer y tratar los niveles bajos (hipoglucemia) y altos (hiperglucemia) de glucemia
Qué comer y cuándo hacerlo
Cómo tomar la insulina o los medicamentos orales
Cómo medir y registrar la glucemia
Cómo probar las cetonas en la orina (únicamente para la diabetes tipo 1)
Cómo ajustar el consumo de insulina o de alimentos al cambiar los hábitos alimentarios y de ejercicio
Cómo manejar los días en que uno está enfermo
Dónde comprar suministros para diabéticos y cómo almacenarlos
Después de conocer las bases sobre el cuidado de la diabetes, aprenda cómo esta enfermedad puede ocasionar
problemas de salud a largo plazo y la mejor manera de prevenirlos. Revise y actualice su conocimiento, ya que
constantemente se están desarrollando nuevas investigaciones y mejores maneras de tratar la enfermedad.

AUTOEXAMEN:
Si usted tiene diabetes, el médico puede pedirle que verifique regularmente los niveles de glucemia en su casa.
Existen muchos dispositivos disponibles, los cuales utilizan únicamente una gota de sangre. El automonitoreo le dice a
uno qué tan bien están funcionado la dieta, el ejercicio y los medicamentos juntos para controlar la diabetes y le puede
ayudar al médico a prevenir complicaciones.
La Asociación Estadounidense para la Diabetes (American Diabetes Association) recomienda mantener los niveles de
glucemia en un rango con base en la edad. Discuta estas metas con su médico y educador en diabetes.

Antes de las comidas:
70 – 130 mg/dL para los adultos
100 – 180 mg/dL para los niños menores de 6 años
90 – 180 mg/dL para niños de 6 – 12 años de edad
90 – 130 mg/dL para niños de 13-19 años de edad

A la hora de acostarse:
Menos de 180 mg/dL para los adultos
110 – 200 mg/dL para los niños menores de 6 años
100 – 180 mg/dL para niños de 6 – 12 años de edad
90 – 150 mg/dL para niños de 13 – 19 años de edad

QUÉ COMER
Uno debe trabajar estrechamente con su médico para conocer cuántas grasas, proteínas y carbohidratos necesita en
su dieta. Un dietista certificado puede ser muy útil en la planificación de estas necesidades en la dieta.
Las personas con diabetes tipo 1 deben comer más o menos a la misma hora todos los días y tratar de ser coherentes
con el tipo de alimentos que eligen. Esto ayuda a prevenir que los niveles de glucemia se eleven o bajen demasiado.
Las personas con diabetes tipo 2 deben seguir una dieta bien balanceada y baja en grasas.

CÓMO TOMAR LOS MEDICAMENTOS
Los medicamentos para tratar la diabetes incluyen la insulina y las píldoras para reducir los niveles de glucosa, denominados hipoglucémicos orales.
Las personas con diabetes tipo 1 no pueden producir su propia insulina, por lo que necesitan inyecciones de insulina todos los días. La insulina no viene en forma de píldoras; se suministra mediante inyecciones que, por lo general, se
requieren de una a cuatro veces por día. Algunas personas usan una bomba de insulina que se lleva en todo momento y libera un flujo estable de insulina durante todo el día.
A diferencia de la diabetes tipo 1, la diabetes tipo 2 puede responder al tratamiento con ejercicio, dieta y medicamentos orales. Existen varios tipos de fármacos hipoglucémicos orales utilizados para reducir el nivel de glucosa en la diabetes tipo 2. Los medicamentos se pueden cambiar a insulina durante el embarazo o la lactancia.
La diabetes gestacional se puede tratar con ejercicios y cambios en la alimentación.

EJERCICIO
El ejercicio regular es particularmente importante para las personas diabéticas, porque ayuda a controlar la glucemia, a
perder peso y controlar la hipertensión arterial. Los diabéticos que hacen ejercicio tienen menos probabilidades de
experimentar un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular que los que no lo hacen regularmente.
Algunas consideraciones acerca del ejercicio son:
Siempre verifique con su médico antes de empezar un nuevo programa de ejercicios.
Pregúntele al médico si usted tiene el calzado correcto.
Escoja una actividad física agradable que sea apropiada para su actual nivel de estado físico.
Haga ejercicio todos los días y a la misma hora, de ser posible.
Controle sus niveles de glucemia en casa antes y después de hacer ejercicio.
Lleve alimento que contenga un carbohidrato de acción rápida en caso de ponerse hipoglucémico durante o después del ejercicio.
Lleve una tarjeta de identificación de diabétes y un teléfono celular para usarlo en caso de emergencia.
Beba líquidos adicionales que no contengan azúcar antes, durante y después del ejercicio.
Los cambios en la intensidad y duración del ejercicio pueden exigir modificaciones en la dieta o en los medicamentos
para evitar que los niveles de glucemia bajen o suban demasiado.

CUIDADO DE LOS PIES:
Las personas con diabetes tienen mayor probabilidad de sufrir problemas en los pies. La diabetes puede causar daño
a los vasos sanguíneos y a los nervios, y disminuir la capacidad del cuerpo para combatir infecciones. Uno puede no
notar una lesión en el pie hasta que se presente una infección. Asimismo, puede presentarse muerte de la piel y otro
tejido.
Sin tratamiento, es posible que sea necesario amputar el pie afectado. De hecho, la diabetes es la enfermedad que
más comúnmente lleva a amputaciones.
Revise y cuide sus pies todos los días con el fin de prevenir lesiones allí.
Grupos de apoyo
Para obtener información adicional, ver recursos para la diabetes.
Pronóstico
Con un buen control de la glucemia y la presión arterial, se pueden prevenir muchas de las complicaciones de la
diabetes.
Los estudios han mostrado que un estricto control de los niveles de glucemia, del colesterol y de la presión arterial en
personas con diabetes ayuda a reducir el riesgo de nefropatía, enfermedad ocular, neuropatía, ataque cardíaco y
accidente cerebrovascular.
Posibles complicaciones
Las complicaciones de emergencia abarcan:
Coma diabético hiperosmolar hiperglucémico
Cetoacidosis diabética
Las complicaciones a largo plazo abarcan:
Ateroesclerosis
Arteriopatía coronaria
Nefropatía diabética
Neuropatía diabética
Retinopatía diabética
Problemas de erección
Hiperlipidemia
hipertensión
Infecciones de la piel, vías urinarias femeninas y tracto urinario
Enfermedad vascular periférica
Accidente cerebrovascular
Cuándo contactar a un profesional médico
Acuda la sala de urgencias o llame al número local de emergencias si tiene
síntomas de cetoacidosis:
Dolor abdominal
Respiración rápida y profunda
Aumento de la sed y de la micción
Pérdida del conocimiento
Náuseas
Aliento con olor dulce
Asimismo, llame al número local de emergencias o acuda a la sala de urgencias
si presentan síntomas de niveles extremadamente bajos de glucemia ( coma hipoglucémico o reacción severa a la
insulina):
Confusión
Convulsiones o pérdida del conocimiento
Mareos
Visión doble
Somnolencia
Dolor de cabeza
Falta de coordinación
Debilidad

Prevención
Mantener un peso corporal ideal y un estilo de vida activo pueden prevenir la diabetes tipo 2.
Actualmente, no hay forma de prevenir la diabetes tipo 1 ni tampoco existe un examen de detección eficaz para este
tipo de diabetes en personas que no presenten síntomas.
El examen de detección para diabetes tipo 2 y personas sin síntomas se recomienda para:
Niños con sobrepeso que tengan otros factores de riesgo para la diabetes, comenzando a la edad de 10 años y repitiéndolo cada dos años.
Adultos con sobrepeso (IMC superior a 25) que tengan otros factores de riesgo.
Adultos mayores de 45 años, repitiéndolo cada tres años.
Para prevenir complicaciones de la diabetes, visite al médico o al educador en diabetes por lo menos cuatro veces al
año y comente cualquier problema que se esté presentando.
Hágase los siguientes exámenes regularmente:
Hágase tomar la presión arterial cada año (las metas de presión arterial deben ser 130/80 mm/Hg o más baja).
Hágase revisar la hemoglobina glucosilada (HbA1c) cada 6 meses si su diabetes está bien controlada; de otro
modo, cada 3 meses.
Procure que le revisen los niveles de colesterol y triglicéridos anualmente (trate de alcanzar niveles de LDL por debajo de 100 mg/dL, menos de 70 mg/dL en pacientes de alto riesgo).
Hágase exámenes anuales para constatar que los riñones estén funcionando bien (microalbuminuria y creatinina en suero).
Visite al oftalmólogo (preferentemente uno que se especialice en retinopatía diabética) por lo menos una vez al año,
o más a menudo si tiene signos de retinopatía diabética.
Visite al odontólogo cada 6 meses para un examen y limpieza dental completa. Asegúrese de que su odontólogo e
higienista sepan que usted padece diabetes.
Asegúrese de que su médico le revise los pies en cada visita.
Mantenga todas sus vacunas al día y hágase aplicar la vacuna antigripal cada año en el otoño.

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